La zona de confort
El liderazgo a menudo se queda corto cuando se define únicamente por las habilidades y no por el corazón. Para crecer, los líderes deben elevar su propósito (elevar a Cristo) y su causa (ayudar a los demás). Las zonas de confort pueden atrapar a las personas en un ciclo de aburrimiento y miedo, específicamente miedo al rechazo y al fracaso. El verdadero liderazgo requiere ir más allá de esta zona. Acepta la incomodidad para crecer, establece metas claras y rodéate de personas inspiradoras. Al enfrentar los miedos y celebrar las pequeñas victorias, los líderes pueden fomentar cambios significativos.
La zona de confort
El liderazgo a menudo se queda corto cuando se define únicamente por las habilidades y no por el corazón. Para crecer, los líderes deben elevar su propósito (elevar a Cristo) y su causa (ayudar a los demás). Las zonas de confort pueden atrapar a las personas en un ciclo de aburrimiento y miedo, específicamente miedo al rechazo y al fracaso. El verdadero liderazgo requiere ir más allá de esta zona. Acepta la incomodidad para crecer, establece metas claras y rodéate de personas inspiradoras. Al enfrentar los miedos y celebrar las pequeñas victorias, los líderes pueden fomentar cambios significativos.El liderazgo a menudo se queda corto cuando se define únicamente por las habilidades y no por el corazón. Para crecer, los líderes deben elevar su propósito (elevar a Cristo) y su causa (ayudar a los demás). Las zonas de confort pueden atrapar a las personas en un ciclo de aburrimiento y miedo, específicamente miedo al rechazo y al fracaso. El verdadero liderazgo requiere ir más allá de esta zona. Acepta la incomodidad para crecer, establece metas claras y rodéate de personas inspiradoras. Al enfrentar los miedos y celebrar las pequeñas victorias, los líderes pueden fomentar cambios significativos.
La zona de confort
El liderazgo a menudo se queda corto cuando se define únicamente por las habilidades y no por el corazón. Para crecer, los líderes deben elevar su propósito (elevar a Cristo) y su causa (ayudar a los demás). Las zonas de confort pueden atrapar a las personas en un ciclo de aburrimiento y miedo, específicamente miedo al rechazo y al fracaso. El verdadero liderazgo requiere ir más allá de esta zona. Acepta la incomodidad para crecer, establece metas claras y rodéate de personas inspiradoras. Al enfrentar los miedos y celebrar las pequeñas victorias, los líderes pueden fomentar cambios significativos.